Miscelánea emocional

En el post pasado, quisde dejar ver que el internet llegó demasiado tarde para Hitler y para Mussolini. En lugar de eso, un amigo entendió que yo me quejaba de que el internet llegó demasiado tarde para mí. Bueno, una vez yo también confundí antología con antropología. Todos tenemos días así.Mi novia se ofendió porque en el primer post dije que omitía su nombre hasta que durara más con ella. Hizo un consejo de lectoras de mi página (creo que el mayor que la página tendrá alguna vez) y le aconsejaron que me terminara. Una de ellas sugirió que, por mi modo de estructurar las oraciones, seguramente era casado. Esa deducción hace parecer a César Lombroso un abuelito solapador. ¿Qué sería de mí sin mi habilidad especial para crear controversias gratuitas?
Lo que importa es que la página se lea. Si no se malpensaran mis textos en todos los foros, seguramente tendría que pagarle a algunas personas para que fingieran indignación y lo hicieran patente en un comentario, o inventar escándalos sobe mi vida personal para que, por morbo, la gente se interesara. Afortunadamente, eso no es necesario, hasta ahora. Los reality shows muestran (una cosa más entre 1 millón), que vivimos en una época salvajemente rousseauniana. Digo eso por no decir anti-ilustrada. Las Confesiones de Rousseau son lo más parecido a Big Brother, todos los detalles íntimos y desagradables del gran pensador, en toneladas de páginas. Desde lo que dijo en un café hasta su trayecto al sanitario y (sí, así es) lo que hace dentro del sanitario. Pero era un gran pensador. Por eso Rousseau tiene ese libro y los de Big Brother tienen fama coyuntural y fortuita.
Como todo lo que está de moda, está destinado a morir, y lo interesante es llegar a lo que viene antes que los propios tiempos. Antes que los fanáticos. Yo estoy entre tres posibilidades sobre el mercado potencial del futuro: El regreso de los Top Sailers sin calcetines y las corbatas de piano; las películas independientes pero concordadas en algunos detalles. Lo que está de fondo en una durante alguna escena, es la principal película de otro tema. Una comedia romántica donde los protagonistas presencian, de fondo, un choque, que les sirve para conocerse e invitarse a un café donde se enamoran. El choque, qn otra película, es parte de una persecución policiaca donde los enamorados se vean por el retrovisor. ¿Ya se ha hecho? No con todas las películas de 3 años, relacionando a 103 de ellas para todos los públicos y con todos los actores. ¿Es patético, complicado y extraño? No creo que hubiésemos podido venderle la idea de Big Brother a Orson Wells. Hay que tirarle a lo costoso, a lo estúpido, a las ganas de la gente de llenarse la cabeza de cosas innecesarias. De cosas que ocupen todo un mundo. Mi tercera opción es un refresco de coco, con la imagen de Bugs Bunny, sin pagar derechos y llamándolo "Conejo Cocada".

Lo bueno siempre llega con retraso

Yo solía ser un detractor furioso de la comunicación electrónica. El e-mail, el chat, todo me sonaba a un pobre remedo del género epistolar. Si el teléfono es ya una comunicación de segunda, pensaba, una conversación simultánea que depende de la rapidez para escribir y pensar mientras se escribe, está destinada al empobrecimiento del lenguaje y a la simplificación indebida de ideas.
Como pueden ver, estaba jodido. Después de una dosis de autoconciencia, reconocí que en las pláticas cara a cara, casi nada de lo que se dice es memorable, que por teléfono se malentienden las cosas (y hasta los tonos de voz, pues casi todos son "psicólogos de entonación", y uno puede pasar horas en un toma y daca de: -Estás triste. -No, estoy agripado. -No, ¿Qué tienes? -Gripe. -No, aparte.) y las cartas en papel matan árboles y a veces matan de sueño. Los correos electrónicos y el chat tienen las ventajas que hasta un niño de 3 años conoce mejor que yo. Imagino que algunas cosas hubiesen sido más fáciles si el internet no hubiera tardado tanto en llegar.
En un chat, le hubieran informado a Mussollini de la capitulación de Japón. En lugar de los rollos que se aventó, hubiera contestado con el ícono gestual de la carita triste. Asunto terminado. Para declarar la guerra, no se hubiese expuesto la vida de funcionarios y salvoconductos.
"-Führer: Federico, declare la guerra, quiero que toda Europa sienta mi furia.
-Federico: Iniciaré los preparativos para instruir a nuestros ministros, embajadores y yo mismo me encargaré de...
-Führer: No mames, se ve que los viáticos no los pagas tú. A ver, anota el mail del Primer Mandatario de Polonia, y forwardéaselo a los otros. Si tienen alguna pregunta, se las contestamos cuando los ocupemos. Pero mándaselos a sus correos institucionales, porque los de hotmail nadie los lee."

The funny thing about shrinks

Los psiquiatras tienen una enorme ventaja sobre los demás médicos. Y es que, si un paciente llega 45 minutos tarde a su terapia, lo recibe 15 minutos y le cobra la hora completa. En cambio, podemos imaginar el desastre si un dentista, por ejemplo, procediera de manera semejante. El paciente impuntual llega 45 minutos tarde. El doctor, con mala cara, lo invita a tomar asiento, le abre la boca, y le inyecta anestesia. Acto seguido, corta con el bisturí lo necesario para empezar la extracción de la estorbosa muela del juicio. Tiene que cortar, también, algo de hueso. Luego de 10 minutos, y mientras el paciente tira sangre a chorros, el dentista voltea a ver su reloj, se levanta de un brinco, y dice: "¿Te importa si nos detenemos aquí?"
La gran desventaja, claro está, es que en cualquier otra rama de la medicina, la incompetencia de un médico se queda con él, y aqhí termina el asunto. Si estoy enfermo del estómago, y el gastroenterólogo no me cura, lo declaro un pendejo y busco un nuevo doctor. Si un psiquiatra no me ayuda, entonces dejo de creer en la psiquiatria por completo. Decido que, desde ahora, resolveré mi psicosis platicando con amigos y tomando cerveza. Como se puede deducir, esto último nunca da buenos resultados, y nos vuelve aburridos y monotemáticos con nuestros interlocutores, quienes nisiquiera nos pueden cobrar. Unas por otras.